sábado, 31 de octubre de 2009

Sabado

El día está gris. No estoy de ánimo para escribir. Me preocupa Beatriz. Es una persona estupenda, incríble, maravillosa sólo que por su cabeza en ocasiones pasan ideas negras que quiero ayudarle a borrar. Lo siento. No estoy de ánimo.
Hasta pronto.

viernes, 30 de octubre de 2009

Viernes a la noche

¡Hola mis amigos/as!
¡Que semanita! Bastante agitada. A tres días de mi última entrada, recién puedo sentarme -mate mediante- a escribir algo en mi bitácora. No quiero perder la costumbre de expresar libremente mis pensamientos.
La última vez conté sobre la salud de nuestra mascota el canario. Bueno, el miércoles cuando finalizaba un curso, me llamó la especialista con los resultados de la analítica. Negativo. El pájaro está sano.
He tenido aves desde que nací.
Conozco bien cuando ellas se sienten mal y algo le venía pasando al Jacinto, porque no quería comer y tenía problemas para mantenerse en su percha. Fue cuando decidí tomar cartas en el asunto, suministrarle un antibiótico en el agua, vitaminas y protector para el hígado. Amén de ello, preparé un bizcocho que sólo lo suministro cuando se encuentran muy débiles cuya elaboración es a base de tostadas de salvado desgrasadas, harina de quinoa, harina de maíz, sémola de trigo, azúcar impalpable, vitaminas, probiótico y semilla de chía. El tema es que el pájaro comenzó su mejoría.
Tanto mi hija como yo hacemos votos para que se recupere definitivamente y así poderle conseguir para el 2010 una compañera.
Ayer fue un día intenso. Desde las 10.00 am recibiendo clientes hasta las 17. Sólo me detuve a almorzar una porción de tarta de jamón y queso que mandé a pedir a Los Cabildos. Excelente, un manjar.
Como a las 19 hs. comenzaba un paro del personal del subterráneo que se extendería hasta esta mañana, opté por quedarme a terminar unas cuestiones. Por la noche Fabio Astrada, socio de la consultora, nos alcanzó hasta nuestros domicilios a Mariana Viale, Agustina Blasco y a mí.
El punto fue que pasamos por una muy atractiva terraza. Nos quedamos tomando unas cervezas y saboreando una picada. Finalmente entré en mi casa tipo 01.00 am, cansado y con muchísimo calor porque el tiempo estaba fatal. El termómetro estuvo al rojo vivo. Sólo recuerdo que al salir del despacho una bocanada de aire caliente nos envolvió a todos. Increíble.
Ahora me pondré a escuchar un poco de música.
Hasta pronto.

martes, 27 de octubre de 2009

Martes, antes de preparar la cena

¡Hola mis amigos y amigas!
El inicio de la semana ha sido agotador. Ayer lunes, la jornada laboral empezó a las 7,15 AM y concluyó a las 9,00 PM. No me quejo pues es trabajo y bienvenido sea éste. En épocas de crisis y cuando la pobreza hostiga impiadosamente, es cuando nos damos cuenta que, el trabajo, es una auténtica bendición.
Hoy Claudia rindió su examen en la facultad. Le ha ido bien. Es una alumna estudiosa pero no vive para el estudio. Practica deportes, sale con sus amigas y amigos, visita a su madre pero es conciente que el estudiar representa una instancia que debe transcurrir fin de alcanzar el título y lanzarse a la vida profesional. Estoy orgulloso de ella.
En nuestra casa además del Chúcaro, el jilguero, tenemos un canario que compré al mismo comerciante que me vendió al primero. Mi hija lo ha bautizado Jacinto, como la planta existente en el patio cuya flor recuerda los tonos de su plumaje.
Desde hace varias semanas hemos notado que el canario ha tenido algunos problemitas de salud y el fin de semana pasado éstos parecieron agudizarse. Ayer decidí tomar el toro por las astas. Además de la comida que aquí le suministramos, decidí consultar al veterinario. Me recomendaron un especialista en aves domésticas.
He aquí que tuve que hacerle unos análisis y llevar las muestras hasta Carupá, en el Gran Buenos Aires.
Por tanto, a las 2.00 pm partí rumbo a mi destino. Primero vía subterráneo, luego en ferrocarril.
A las 16,30 estaba de regreso en mi oficina. Las muestras entregadas al especialista, por suerte. Ahora mi hija y yo esperamos los resultados como forma de tratar de raíz el problema e intentar salvar a nuestra querida mascota.
Hoy llego hasta aquí.
Hasta pronto, como es mi costumbre.

sábado, 24 de octubre de 2009

Sábado

¡Saludos, mis amigos y amigas!
Mientras tomo unos mates prepareo esta entrada diaria a mi bitácora.
Me siento muy a gusto escribiendo -cuando mis quehaceres profesionales y familiares me lo permiten- sobre las distintas cosas que uno reflexiona durante el día. Insisto, este blog no es un sitio de crítica a la realidad argentina, cuestión que me preocupa enormemente, sino un espacio destinado al relato cotidiano. Lamentablemente no puedo, en ocasiones, dejar de pensar en el futuro que le depara a nuestros hijos e hijas y ello me inquieta.
Debo reconocer que este sábado ha sido pacífico. Claudia está estudiando en lo de Agustina. El martes tienen un parcial.
Me he refugiado toda la tarde en un muy buen libro que compré los otros días. "La Doce. La verdadera historia de la barra brava de Boca". Un relato muy ameno que cuenta como se ha ido articulando la historia violenta del futbol a partir del fenómeno de las bandas de hinchas violentos. Como se mezcla la política y el deporte. La verdad, me ha dejado mudo.
Recomiendo su lectura para cualquier interesado en el tema.
Esta noche me reúno nuevamente con Beatriz. Supongo que iremos a cenar. Mañana les relataré que tal lo hemos pasado.
Hasta pronto, como siempre.

viernes, 23 de octubre de 2009

Viernes por la noche.

Otra vez llueve sobre Buenos Aires. La tormenta arreció por un momento y ahora vuelve el incansable repiqueteo de la lluvia sobre mi casa. Es que hoy el termómetro llegó a los 30º. Para mañana, pronostican un brusco descenso de la temperatura. Estamos llegando a finales de octubre y aún el clima se muestra irregular. No se estabiliza. La verdad que tengo ganas de ir a comer algún asado fuera de la Ciudad. El Tigre es un lugar espectacular para ello, lástima que se viene el dengue. Otros sitios de interés son algunos clubes por la zona de Olivos y Vicente López. Bien equipados, aseguran al visitante una agradable estadía.
Recién pasé por la cocina y mi hija estaba mirando la televisión. Este tema de la novela "Valientes" parece que tiene convulsionada a la audiencia femenina y masculina. No soy para nada amante de esos novelones, plagados de cursilerías e historias que van y vienen. Alguien me puede decir que luego de un día de trabajo un poco de recreación no viene nada mal. Francamente, creo que ello ni se aproxima a recreación. Igual que el Bailando por un Sueño, con el Gran Cuñado incluído, donde nuestros políticos fueron a hacer el ridículo buscando el voto del hombre y la mujer común, de la misma manera que un hambriendo persigue su mendrugo de pan.
Cuanta razón tuvo Giovanni Sartori al proclamar, en 1998, el surgimiento del Homo Videns, el cual caracterizaba una sociedad basada en la imagen y dominada por la cultura de lo visual. Aquí en Argentina el tema puede adquirir ribetes dramáticos, pero no creo que en otros países sea muy diferente. Viene a mi memoria el caso de Italia con los amoríos del protofascista Silvio Berlusconi. Recuerdo cuando en TV habló Patrizia D'Addario, la prostituta del primer ministro italiano. Los niveles de audiencia fueron un record.
El fenómeno de la "cultura visual" no es un dato menor en el surgimiento de nuestros gobernantes. Hoy las plataformas electorales han quedado sepultadas y vale más la imagen que ofrece el candidato a lo que éste plantea en sus propuestas. Es que es más fácil, más atractivo, mirar a aquel o aquella que pensar y desmenuzar el contenido de sus discursos.
Si el ciudadano común se detuviera y analizara lo que nuestros políticos dicen, más de uno no hubiera votado a tal o cual candidato.
Puedo dar otros ejemplos de como esa cultura de lo visual se infiltra en nuestras vidas y en las elecciones de nuestros gobiernos.
Siento que esta bitácora se transforma en una crítica a la realidad argentina. Francamente no es la idea. Pero ella refleja mi pensamiento en el momento que escribo.
Esta noche abandono en este punto. Hasta pronto.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Miercoles de mañana

Mañana gris. Llueve, llueve, llueve. Así ha ocurrido toda la noche. El repiqueteo de las gotas bailando sobre la galería y el patio de mi casa ha sido insesante. Como dice García Lorca, la lluvia siempre "...tiene un vago secreto de ternura, algo de soñolencia resignada y amable".
Esta primavera se ha mostrado muy irregular. Hace fresco, luego hace calor y dos o tres veces por semana la lluvia se precipita sobre la excluyente Buenos Aires.
No podía levantarme. No se si era el cansancio o la reticencia a saltar de la cama un día como éste.
Desayuné mientras leía el diario. La verdad que, en Argentina, pasan cosas extrañas. Un grupo de militantes sociales tomó el Concejo Deliberante de la Ciudad de Mar del Plata en demanda de planes destinados a paliar la situación económica. Leo también las declaraciones de una pedagoga que denuncia como los derechos de los niños y niñas pobres de acceder a la educación se ven vulnerados. Por otro lado, escuchas telefónicas a familiares de víctimas del atentado a la AMIA proveniente de funcionarios designados por las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires.
La Argentina es un país injusto. Aquí se habla mucho y se hace poco. Los reclamos como el de Mar del Plata o la situación del acceso a la educación no tendrían lugar si nuestros gobernantes (o mejor dicho nuestra sociedad, porque de ella salen éstos) tuvieran conciencia de la importancia que reviste una distribución equitativa de la riqueza. Es que la igualdad, ingrediente esencial de toda democracia, constituye un imperativo moral al que una sociedad justa debe propender a fin de remediar no sólo cualquier desigualdad enraizada en la fuerza o la inteligencia, sino también aquella provocada por un sistema que la convierte en estructura de dominación.
Claudia -en este momento- se va a la universidad. Me saluda desde el marco de la puerta. Le respondo.
Prefiero quedarme a trabajar en la computadora e ir por la tarde a mi oficina. Hoy es un día intenso. Consultora primero, luego un curso de alto nivel académico que estoy tomando y finalmente cena en lo de Beatriz.
Avancé mucho ayer en el informe, pero hoy tengo que tener listo el cuestionario que mi cliente me solicitó.
Tal vez estas sean las únicas palabras que escriba este día en mi bitácora.
Hasta pronto.

martes, 20 de octubre de 2009

Madrugada del miércoles.

Recién llego de mi trabajo. La verdad que es muy tarde. Debía presentar unos informes para mañana y me quedé a sacarlos. Pedí para cenar una pizza. No es mi comida ideal y no soy muy amante de ella pero en ese lugar sobre la calle Perú la hacen muy bien.
Era más de medianoche cuando salí. Volví en colectivo. No tuve que esperarlo; allí estaba cuando bajé de mi oficina.
Hacía mucho que no regresaba a mi casa a esta hora un día de trabajo. La imagen que brinda la zona de Plaza Miserere por la noche es preocupante. Numerosas personas sin hogar que duermen literalmente en las veredas. Cuanto falta por hacer a los gobiernos y que lejos está el cumplimiento de los tratados sobre derechos humanos que garantizan vivienda digna, un salario justo y niveles adecuados de alimentación a todas las personas.
Caminé las doce cuadras que separan la parada de colectivo de mi casa. Cuando entré, en un costado de la galería estaba el Chúcaro. Acurrucado en su jaula esperaba que alguien lo entrara. Claudia se había olvidado de él.
Mi casa está en silencio. Mi hija duerme. Mientras escribo tomo un té. Me doy cuenta que se ha hecho tarde. Por hoy dejo acá. Hasta pronto.

lunes, 19 de octubre de 2009

Lunes

Me desperté con las noticias como siempre. En la radio anunciaban un trágico accidente en la zona de Parque Patricios. No podía creer lo que escuchaba. Un móvil policial, que conducía a una persona con afecciones cardiácas hasta un hospital, se estrelló contra un colectivo. Por lo que tengo entendido murieron casi todos los ocupantes del móvil.

La paciente y sus familiaries debieron solicitar auxilio policial en razón que en Hospital Fiorito no contaban con camas suficientes para disponer su internación y carecía de ambulancias para el traslado. Increíble.

El hecho me hace pensar lo mal que está la salud pública en la Argentina. El desentendimiento que tienen nuestros gobernantes en algo tan elemental y crucial para cualquier persona.

Ya lo vimos con la crisis de la llamada "Gripe A"; lo vemos todos los días, cuando numerosos hombres y mujeres tienen que llegarse a las 3 AM hasta la puerta de cualquier hospital para solicitar un turno para su atención; lo vemos en la falta de materiales para hacer frente a las dolencias; lo vemos en los magros sueldos que perciben los médicos y enfermeros.

No se cuanto puede durar una situación así. Creo que el argentino es muy dócil y prefiere agachar el lomo antes que protestar y rebelarse contra lo que es injusto e inhumano. No se arregla golpeando la cacerola ni votando en blanco o al Pato Donald. Sin duda ello es harina de otro costal y lo dejo para otra oportunidad.

Estoy ahora en mi oficina. He almorzado frugalmente. Claudia hoy no vino. Ella hace de secretaria, cadeta, ayudante y recepcionista cuando sus estudios universitarios se lo permiten. Esta noche tengo que ir a dar clases al Instituto. Supongo que volveré tarde.
Suena mi teléfono celular. Es Daniela. Mi amiga Daniela que me llama por una cuestión de trabajo. Viene en cinco minutos.
Sigo en otro momento. Hasta pronto.

sábado, 17 de octubre de 2009

Presentación


Hola a todos/as:

Me llamo Eduardo. 42 años. Divorciado. Una hija: Claudia. 20 años. Ella vive conmigo y cuando la facultad se lo permite, me ayuda en la consultora.
Me interesa mucho el tema de la informática y esto de las bitácoras es una forma de mostrarse al mundo. Una manera de exponer ideas. Una vía de gritar tus palabras a quienes quieran escucharlas. A quienes quieran leerlas.
Hoy es un sábado tranquilo y pleno de sol. Chúcaro, el jilguero que con sus trinos ilumina nuestras mañanas, está muy cantor. Mi hija así lo bautizó, cuando lo compré. Recordó que en el campo, se emplea tal nombre para identificar a los animales ariscos y bravíos.
No tengo mucho más para contar. Claudia ha salido. Esta noche me quedaré en casa. Tal vez pida comida china y vea una película.
Creo que por este día dejaré acá. Mañana escribiré algo nuevo. Hasta pronto