jueves, 18 de marzo de 2010

¡JUSTICIA YA!


La “Hiena” Barrios volvió a manejar…
Otra nueva situación insólita de la “Justicia” argentina.
Para los que no lo saben o lo han olvidado, el 24 de enero pasado, el boxeador conocido como la Hiena Barrios protagonizó un accidente de tránsito en la ciudad de Mar del Plata cuando el vehículo que conducía impactó de atrás a un Fiat 147 que se hallaba detenido. A raíz del impacto, el Fiat atropelló a una joven mujer que estaba embarazada de seis meses. Murió en el hospital.
Barrios estuvo prófugo varias horas luego del hecho.
Hoy los diarios y los noticieros publicaron las fotos donde se puede ver al boxeador nuevamente detrás del volante, a menos de dos meses del trágico accidente, y a pesar de que había prometido no volver a hacerlo antes de que la justicia se expida.
Gran parte de esta situación se debe al descontrol que impera en el Poder Judicial vernáculo, donde cada juez literalmente hace lo que se le ocurre y sin medir las consecuencias de las decisiones que adopta.
Soy un fuerte crítico de la justicia porque los jueces con posturas pusilánimes y timoratas son incapaces de resolver temas que podrían ser ejemplificadotes para la sociedad. No me refiero a la “mano dura”, me refiero a la aplicación de lisa y llana de la ley y al sentido común.
Pudo citar muchos ejemplos.
Viene a mi memoria el caso de la Srta. María Victoria Mon, quien en 1995, atropelló y mató con su camioneta al muchacho Juan Acuña, no deteniéndose después de atropellarlo. Abandonó su camioneta Mitsubishi, importada, color champán, cerca del lugar.
Luego hizo una falsa denuncia diciendo que le habían robado el vehículo.
Tras el juicio oral, la jueza correccional María Susana Nocetti de Angeleri le dio una condena en suspenso por homicidio culposo (es decir, sin intención) y la inhabilitó para manejar por seis años.
El argumento fue que Mon conducía distraída cuando atropelló al chico Acuña y demostró una conducta poco solidaria al no brindarle auxilio.
La jueza dispuso que durante los años de condena en suspenso la chica hiciera trabajos comunitarios en el hospital Santa Lucía y un curso de derechos humanos.
Y ahí quedó todo.
Creo que el hecho protagonizado en enero por Barrios va a camino a transformarse en otro caso de impunidad, una palabra que ya es común entre los argentinos y argentinas.
Hasta pronto, como siempre.

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