miércoles, 22 de mayo de 2013

LAS CORRERÍAS DEL NIETO DE JUAN MONDIOLA: LA DOCTORA SEGUROLA.



¿Cómo le va tanto tiempo? ¡Qué casualidad encontrarlo acá, en el Margot! La noche está un poco fresca ¿no? ¿Me deja sentarme? La verdad estoy laburando mucho y además, tres veces por semana, me junto con Los Infernales del Arrabal. Pronto vamos a desempolvar varios tangos que han caído en el olvido. El tiempo que me sobra lo destino a un nuevo levante que se me ha presentado. ¡Qué churro! ¿Vió mi amigo? Yo nunca estoy a la violeta…
Le anticipo que el tema de los tangos marcha viento en popa. Con la orquesta, en breve, vamos a tocar, justo en esta esquina: “Unión Cívica”, “Baruyo en Barra”, “Don Lisandro”, “El Socialista” y “Don Leandro”.Tangos viejos, olvidados, arrumbados en algún baúl, dedicados a políticos que hicieron historia en nuestro país. Lo chamuyamos bastante al asunto y, tanto el que habla como Suela, Chiquitín y el Beto Marconi, yegamos a la conclusión que, si le pasamos la esponja a la historia, nunca se podrá saber para qué lado va a rumbear el país. A mi no me va a venir ningún pelafustán a hacerme el verso con la historia, dármela vuelta como a una media y contármela como a él se le de la gana. ¡No señor! Por eso, exhumar estos tangos crioyos es una cuestión de suma importancia pa’ la orquesta. ¡Una cuestión de honor!.
Yo ya le voy a chiflar cuando toquemos y se viene a escucharnos.
Voy a cambiarlo de tema. El fin de semana pasado fui bailar al salón de la caye José Mármol. Exactamente…ahí conocí al budín que le dije. Yo me puse mi mejor pilcha porque tenía el pálpito que iba a levantarme a un verdadero monumento. Como el frío daba leña, me yevé el lengue, mi saconia azul, el lienzo a rayas y un chamberguito que uso cuando toco con los muchachos. Todo bien de bute. Pichón Sandoval, vino conmigo.
Yegamos y me puse a gotanear con una francesa gorda que estaba haciendo turismo acá en Buenos Aires. Como la gorda me reventó el juanete en dos oportunidades, cambié la pareja. Apareció, entonces, una colombiana oriunda de la ciudad de Cartagena. Yevaba la biaba del Caribe pero al tango lo bailaba como si de una cumbia o un merengue se tratara. Cansado, me acerqué a la barra a refrescar el garguero y esperar que mi suerte cambiara un poco. Yo tenía un gran pálpito para esa noche. Lo que chupé en la barra parecía pajarita y me quejé por la mala calidad del alcohol que estaban vendiendo. Buscando algún quesito para morfarme, pego la vuelta y veo a la diva. ¡Qué quesito ni ocho cuartos! ¡Era una churrasca fenomenal! La mina no gotaneaba, directamente forcejeaba con un ñato en el medio del salón. ¡Mama Santa! Un corte y una quebrada y se fueron al suelo. Ni lerdo ni perezoso me aproximé a ayudar al bombón, porque el badulaque que tenía a su lado no daba pié con bola.
La chuchi me contó que el mersa con el que bailoteaba largaba por la boca una espusa insoportable. Cuando el fulano la abría para decir alguna zoncera, era como si tuviera un muerto ahí adentro. La caída no había sido otra cosa que el producto de aquel tufo desagradable que brotaba del ocasional compañero.
Milongueamos toda la noche. Era un placer bailar con aquel budín. Parecía la Ñata Aurora por lo bien que gotaneba. Toda la noche al compás del dos por cuatro con aquel churro. Me contó que se yamaba Paulina Segurola, que era abogada, bailarina exótica, amateur en las lides del tango, maestra en ceremonial, sommelier, estudiante de japonés y no se cuantas cosas más. Estaban tocando “A media Luz”, cuando empezamos con algunos mimos. Como el asunto se estaba poniendo acalorado, nos corrimos hasta la barra. La cachorra, me dijo, que se sentía cansada, que la amiga con la que había venido al bailongo una hora atrás se había ido con un ñato sin rumbo conocido. Pispié el reloj y eran las cinco de la matina. Dije para mi: "Este budín es papita para el loro". Me di vuelta un segundo y la Doctora Segurola se había rajado. Lo único que quedaba era una estela de su agua de colonia y una serviyeta con un teléfono.
¿Ve mi amigo? Yo soy un ganador. Y todo ganador sabe que la mejor manera de levantarse a una potranca es hacer que eya lo gane a uno. Lo demás viene luego por agregación.
¡Qué tarde se hizo! Gracias por el feca. La próxima  le cuento el resto.

Lorenzo Mondiola.

GLOSARIO

Laburar: Trabajar
Estar a la violeta: estar desocupado.
Chamuyar: Hablar.
Pilcha: Ropa.
Bien de bute: De gran calidad.
Saconia: Saco.
Lienzo: Pantalón.
Chupar: Tomar
Pajarita: Brebaje hecho por los presos con alcohol medicinal y frutas maceradas en él.
Lengue: Pañuelo anudado al cuello generalmente de seda de color blanco, que llegó a ser prenda masculina característica de los orilleros.
Espusa: olor nauseabundo.
Budín: Mujer atractiva
Churrasca: Mujer atractiva.
Quesito: Mujer atractiva.
Potranca: Mujer atractiva.
Churro: Mujer atractiva.
Chuchi: Mujer atractiva.
Morfar: Comer.
Gotanear: Bailar el tango.
Ñata Aurora: bailarina legendaria de tango en sus orígenes.
Ñato: persona.
Mersa: persona de baja estopa.
Pelafustán: vago, indeseable.
Matina: Mañana.
Rajarse: irse.
Levante: seducir a una mujer.
Feca: café al revés.

1 comentario:

  1. Hola Eduardo, paso a visitarte luego un tiempo de pausa en mi sitio, y me encuentro siempre con estos relatos tan rioplatenses que tanto me gustan.
    Observaba el glosario, solo no conocía el significado de espusa y pelafustán, los demás todos sabidos.
    Abrazos miles, buena jornada!

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