martes, 13 de septiembre de 2011

SUOR ANGELICA E I PAGLIACCI


Hola mis amigos/as: Hoy fui nuevamente al teatro a ver ópera. Llegué hace un rato.
En esta oportunidad me tocó Suor Angelica e I Pagliacci. La primera de Giaccomo Puccini y la otra de Ruggero Leoncavallo.
Cuentan que la primera fue recibida fríamente en su estreno, en tanto que la segunda corrió mejor suerte, aunque no dejó de provocar revuelo en su época.
Debo decir que Suor Angelica no es una de los mejores exponentes del arte y genio de Puccini. No quiero significar que sea un bodrio, pero carece de esas melodías que tanto caracterizan al compositor de Lucca.
Es algo entendible.
La acción transcurre en un claustro, repleto de monjas. Allí ha sido confinada la pobre Angélica cuyo único pecado fue haber dado a luz a un hijo, fruto de un amor prohibido. Siete años ha transcurrido vistiendo los hábitos, sin saber nada de su hijito y su familia. Súbitamente, aparece la inflexible y bestial Tía Principessa. Viene a exigirle a la infeliz la firma de cierto documento que autoriza una división de bienes. Angélica suplica, implora por saber por su hijo. Finalmente la vieja mal nacida le dice que ha muerto hace dos años víctima de una severa enfermedad. Suor Angelica, entonces, se toma un veneno y cae el telón.
Música oscura, para un argumento oscuro, donde las voces son exclusivamente femeninas. No intervienen voces masculinas.

En I Pagliacci la cosa cambia un poco, aunque también es otra tragedia, está basada en un hecho real, en el cual intervino como juez el padre de Leoncavallo.
Como siempre críticas a la escenografía. La acción original transcurre en un miserable pueblo calabrés entre 1865/1870. Acá la acción es llevada a los años 30 o 40 del siglo pasado. Una menudencia.
Vamos al grano.
Cada vez que escucho Pagliacci reafirmo que es una verdadera joyita de la lírica.La famosa Vesti la giubba me resulta soberbia. Música y letra reflejan el drama de un tipo cuya mujer lo engaña con otro y sabiendo que ésta se va a encontrar esa noche con su amante, tiene que vestirse de payaso y subir a escena para hacer reir al público.
El final, que muestra una representación teatral ante un público que no se da cuenta que Canio y Nedda ya no están actuando sino ventilando su problema de alcoba, me parece genial y por supuesto ese la conclusión de la ópera, donde el desgarrado Canio grita: “La comedia e finita”.
En Pagliacci, debo decir que la voz del tenor Luis Lima -en el papel de Canio- no está nada bien. En realidad siempre he considerado que su voz es muy dura y falta de melodía, pero creo que a, sus sesenta y pico de años, está en un franco declive. Tiene potencia en el agudo pero los graves son lastimosos.
Bueno por hoy dejo aquí. Más tarde subiré una nueva entrada de "La Novia del Estanciero". Un saludo como siempre.

4 comentarios:

  1. Y "Nessum dorma"?

    Que tal? (o me estoy confundiendo?)

    Un abrazo.

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  2. Me gustan este tipo de historias o leyendas (las abajo descritas) iré comentando poco a poco ya que tienes mucho por leer.

    Abrazo Eduardo Vidal.

    Por supuesto me quedo.

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  3. Eduardo,
    tu blog es hermoso!
    Soy brasileña y, a pesar de haber vivido en Uruguay, mi español es muy malo para escribir, pero lo compriendo todo. Yo también siempre me voy un par de veces al año a Bsas. Ustedes tienen excelentes producciones teatrales. Estoy siguiendo su espacio virtual, lo invito al mio. Un abrazo.

    Humoremconto
    http://anaceciliaromeu.blogspot.com

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