¿Cómo le va tanto tiempo? ¡Qué
casualidad encontrarlo acá, en el Margot! La noche está un poco fresca ¿no? ¿Me
deja sentarme? La verdad estoy laburando mucho y además, tres veces por semana,
me junto con Los Infernales del Arrabal. Pronto vamos a desempolvar varios
tangos que han caído en el olvido. El tiempo que me sobra lo destino a un nuevo
levante que se me ha presentado. ¡Qué churro! ¿Vió mi amigo? Yo nunca estoy a
la violeta…
Le anticipo que el tema de los tangos
marcha viento en popa. Con la orquesta, en breve, vamos a tocar, justo en esta
esquina: “Unión Cívica”, “Baruyo en Barra”, “Don Lisandro”, “El Socialista” y
“Don Leandro”.Tangos viejos, olvidados, arrumbados en algún baúl, dedicados a
políticos que hicieron historia en nuestro país. Lo chamuyamos bastante al
asunto y, tanto el que habla como Suela, Chiquitín y el Beto Marconi, yegamos a
la conclusión que, si le pasamos la esponja a la historia, nunca se podrá saber
para qué lado va a rumbear el país. A mi no me va a venir ningún pelafustán a
hacerme el verso con la historia, dármela vuelta como a una media y contármela
como a él se le de la gana. ¡No señor! Por eso, exhumar estos tangos crioyos es
una cuestión de suma importancia pa’ la orquesta. ¡Una cuestión de honor!.
Yo ya le voy a chiflar cuando
toquemos y se viene a escucharnos.
Voy a cambiarlo de tema. El fin
de semana pasado fui bailar al salón de la caye José Mármol. Exactamente…ahí
conocí al budín que le dije. Yo me puse mi mejor pilcha porque tenía el pálpito
que iba a levantarme a un verdadero monumento. Como el frío daba leña, me yevé
el lengue, mi saconia azul, el lienzo a rayas y un chamberguito que uso cuando
toco con los muchachos. Todo bien de bute. Pichón Sandoval, vino conmigo.
Yegamos y me puse a gotanear con
una francesa gorda que estaba haciendo turismo acá en Buenos Aires. Como la
gorda me reventó el juanete en dos oportunidades, cambié la pareja. Apareció,
entonces, una colombiana oriunda de la ciudad de Cartagena. Yevaba la biaba del
Caribe pero al tango lo bailaba como si de una cumbia o un merengue se tratara.
Cansado, me acerqué a la barra a refrescar el garguero y esperar que mi suerte
cambiara un poco. Yo tenía un gran pálpito para esa noche. Lo que chupé en la
barra parecía pajarita y me quejé por la mala calidad del alcohol que estaban
vendiendo. Buscando algún quesito para morfarme, pego la vuelta y veo a la
diva. ¡Qué quesito ni ocho cuartos! ¡Era una churrasca fenomenal! La mina no
gotaneaba, directamente forcejeaba con un ñato en el medio del salón. ¡Mama
Santa! Un corte y una quebrada y se fueron al suelo. Ni lerdo ni perezoso me
aproximé a ayudar al bombón, porque el badulaque que tenía a su lado no daba
pié con bola.
La chuchi me contó que el mersa
con el que bailoteaba largaba por la boca una espusa insoportable. Cuando el
fulano la abría para decir alguna zoncera, era como si tuviera un muerto ahí
adentro. La caída no había sido otra cosa que el producto de aquel tufo
desagradable que brotaba del ocasional compañero.
Milongueamos toda la noche. Era
un placer bailar con aquel budín. Parecía la Ñata Aurora por lo bien que
gotaneba. Toda la noche al compás del dos por cuatro con aquel churro. Me contó
que se yamaba Paulina Segurola, que era abogada, bailarina exótica, amateur en
las lides del tango, maestra en ceremonial, sommelier, estudiante de japonés y
no se cuantas cosas más. Estaban tocando “A media Luz”, cuando empezamos con algunos
mimos. Como el asunto se estaba poniendo acalorado, nos corrimos hasta la
barra. La cachorra, me dijo, que se sentía
cansada, que la amiga con la que había venido al bailongo una hora atrás se había ido con un ñato sin rumbo conocido. Pispié el reloj y eran
las cinco de la matina. Dije para mi: "Este budín es papita para el loro". Me di vuelta un segundo y la Doctora Segurola se había rajado. Lo único que quedaba era una estela de su agua de colonia
y una serviyeta con un teléfono.
¿Ve mi amigo? Yo soy un ganador.
Y todo ganador sabe que la mejor manera de levantarse a una potranca es hacer
que eya lo gane a uno. Lo demás viene luego por agregación.
¡Qué tarde se hizo! Gracias por
el feca. La próxima le cuento el resto.
Lorenzo Mondiola.
GLOSARIO
Laburar: Trabajar
Estar a la violeta: estar
desocupado.
Chamuyar: Hablar.
Pilcha: Ropa.
Bien de bute: De gran calidad.
Saconia: Saco.
Lienzo: Pantalón.
Chupar: Tomar
Pajarita: Brebaje
hecho por los presos con alcohol medicinal y frutas maceradas en él.
Lengue: Pañuelo
anudado al cuello generalmente de seda de color blanco, que llegó a ser prenda
masculina característica de los orilleros.
Espusa: olor
nauseabundo.
Budín: Mujer
atractiva
Churrasca: Mujer atractiva.
Quesito: Mujer atractiva.
Potranca: Mujer atractiva.
Churro: Mujer atractiva.
Chuchi: Mujer atractiva.
Morfar: Comer.
Gotanear: Bailar el tango.
Ñata Aurora: bailarina legendaria
de tango en sus orígenes.
Ñato: persona.
Mersa: persona de baja estopa.
Pelafustán: vago, indeseable.
Matina: Mañana.
Rajarse: irse.
Levante: seducir a una mujer.
Feca: café al revés.
Hola Eduardo, paso a visitarte luego un tiempo de pausa en mi sitio, y me encuentro siempre con estos relatos tan rioplatenses que tanto me gustan.
ResponderEliminarObservaba el glosario, solo no conocía el significado de espusa y pelafustán, los demás todos sabidos.
Abrazos miles, buena jornada!