Sabido es que, en el cementerio de la Recoleta, están sepultadas grandes personalidades de la Argentina. Al margen de este dato, también existen, un sinnúmero de historias y leyendas que hacen de la necrópolis un lugar particular. Prueba de ello, son las muchas visitas guiadas (públicas y privadas) que se organizan así como la incesante afluencia de turistas que contemplan las diversas tumbas donde se guardan los restos de quienes nos precedieron en el camino de la vida.
Una de esas historias es la relacionada con la misteriosa Dama de Blanco, inclusive, citada en enjundiosos estudios sobre el cementerio de La Recoleta. Así las cosas, se dice que, entre las sepulturas de Miguel de Azcuénaga y el mausoleo del Tte Grl. Pablo Ricchieri deambula, por la noches, el ignoto espectro de una mujer vestida de blanco.
En realidad, la historia tiene diferentes versiones y aparece replicada, con matices, en distintos camposantos como el de La Plata u otros existentes en ciudades latinoamericanas. Entre el público, la más sonada es aquella que indica que, cierta vez, un joven encuentra –avanzada ya la noche- en la esquina de las calles Azcuénaga y Vicente López (para el que no conoce Buenos Aires es la esquina del cementerio) a una mujer joven, llorando. La consuela, le dice que ha sido invitado a una fiesta, le pide que lo acompañe y ambos parten alegres hacia la recepción. Se divierten toda la velada y en determinado momento ella le implora volver al lugar del encuentro. El mozo y la zagala abandonan el lugar y parten raudamente a la esquina que antes mencioné. Ella se queja de sentir frío. Como buen caballero, el muchacho le coloca su saco por los hombros. Una vez en el lugar, la joven comienza a correr entre las obscuras callejuelas de la necrópolis y se pierde entre las bóvedas y panteones del sitio. Por la mañana, el muchacho, que ha quedado impactado por lo sucedido, vuelve a la Recoleta y después de andar por el lugar, encuentra sobre una de las tumbas -que lleva el nombre de la chica- el saco que, horas antes, le prestara para mitigar el fresco nocturno. Encara a un cuidador del sitio y éste le dice que, desde hace varios años, la persona que busca yace allí sepultada. Resuelto, entra en la bóveda, abre un ataúd y encuentra el cuerpo sin vida de la joven.
Hasta aquí la historia que, con matices y desiguales finales, suele repetirse hasta el cansancio por el barrio.
Pero lo que el mito urbano no nos dice es la identidad de la Dama de Blanco. Mucha agua corre bajo el puente pero se tiran varios nombres: Rufina Cambaceres, Luz García Velloso, Liliana Crociati…
Desde ya, anticipo, que ninguna de las tres, condice con la famosa Dama de Blanco. La leyenda comienza a rodar a partir de la segunda mitad del siglo XIX y tanto Rufina, como Luz o Liliana fallecieron en el siglo XX, muy posteriormente al surgimiento de la historia.
Deviene necesario, para resolver el misterio, internarse una noche en la Recoleta y esperar que, la incognoscible Dama, aparezca. Ya estuve haciendo averiguaciones sobre el tema. Sin embargo, el Director del lugar me dijo que ello era “terminantemente imposible” (sic)….
Queda pues, como recurso, emular a Hércules Poirot y emplear su método detectivesco para mostrar el verdadero rostro de la Dama de Blanco. Por ello, recogeremos datos, haremos la lista de candidatas y examinaremos uno tras otro sus antecedentes para elucidar el misterio.
Buenos días Eduardo, los misterios me chiflan. Me ha encantado poder leer sobre la recoleta de ladama blanco...de tu mano he ido haciendo un recorrudo por el pasado. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn cálido abrazo y feliz semana
Mucho agradezco tu visita y tu comentario. Un abrazo!
EliminarUn placer conocer tu blog lleno de alma y sensibilidad.Gracias por tus palabras.Te sigo y te invito a seguir mi blog.Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias por seguir mi bitácora. Saludos
EliminarGracias Eduardo por dejar tus huellas en mi blog para poder llegar hasta aquí. Me he encontrado un blog lleno de vida y de historias peculiares.
ResponderEliminarPor mi parte he de decir que vivo cerca de un cementerio, veo sus tapias desde casa y, la verdad, nunca me ha dado miedo, aunque si me encontrase a alguna misteriosa dama o caballero pondría pies en polvorosa y no me detendría a indagar a cerca de su identidad.
Un abrazo grande,
María Eva.
Entiendo perfectamente lo que dices. Ocurre que sobre esta famosa Dama a la que hago referencia se ha dicho mucho y nadie nos cuenta sobre su identidad. Veremos si es posible develar el misterio. Gracias por seguirme
EliminarEduardo:
ResponderEliminarEs la 1° vez que vengo a tu blog, me gustó mucho, leí un par de entradas y me parecieron interesantes y bien argentinas. Con tu permiso, me anoto como seguidor.
Un abrazo.
HD
Estimado Humberto sos bienvenido a este sencillo blog, donde trato de rescatar algunas historias del país y de Buenos Aires.
EliminarEstaría bien saber quién es... Ahora me quedé intrigada.
ResponderEliminarMe encanta el cementerio de la Recoleta, siempre que voy a Buenos Aires lo visito, da para imaginarse un montón de historias...
Saludos, y por aquí me tendrás a menudo, me gusta mucho tu blog
Gracias por pasarte. Y si...en breve tendré recolectadas las pruebas y descubriremos el rostro de la Dama. Saludos
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