Blog personal alimentado de reflexiones propias, narraciones reales e historias de la mente humana. La voz de los sin voz
sábado, 25 de junio de 2011
LOS PESCADORES DE PERLAS
Siempre digo que dispongo de poco tiempo para dedicarme al blog. Para cualquier lector/a ya debe sonarle como una letanía.
Ello es una realidad. No exagero. Aún me queda pendiente terminar la narración de esa antigua leyenda jujeña sobre la Cabeza Viviente.
Tampoco es bueno vivir enfrascado en el trabajo. Por eso, ayer con mi hija fuimos a ver la ópera “Les Pêcheurs de Perles” de Georges Bizet, en el Teatro Avenida.
A diferencia del suscripto, mi hija no es una gran seguidora del género. No obstante, la conoce bien. Han sido muchas las veces que ha escuchado el compacto de la ópera en casa y desde chica, sintió gran atracción por el coro introductorio, en el cual los pescadores, de una agreste playa de la isla de Ceilán, cantan y beben.
La obra hace muchas décadas que no se representa en los escenarios porteños. Por ello, cuando tomé conocimiento que esta temporada subiría a escena, no dudé en sacar entradas para asistir.
Les Pêcheurs de Perles, es el triunfo del amor y la amistad sobre la envidia y el rencor. Francamente desconozco las razones por las cuales prácticamente ha caído injustamente en el olvido. La acción se sitúa en la isla de Ceilán, en una aldea de pescadores. Allí están Zurga, Nadir y Leila, la sacerdotisa de Brama. Alrededor de ellos se teje la trama y el supremo sacrificio de Zurga que permite a Nadir y Leila huir de las sanguinarias garras del populacho que reclama muerte para aplacar la furia de los dioses.
Ayer fue la función del estreno. De hecho, no suelo ir jamás a la primera función. Tengo razones para ello. Los elencos siempre están nerviosos, la orquesta ansiosa y sobrevienen los errores y como era de esperar hubo varios.
Por el valor de las localidades, pienso que la función pudo estar mejor.
Estoy persuadido que Juventus Lyrica puede brindar espectáculos de calidad, pero en los últimos tiempos ésta ha decaído mucho y ella es una de las razón básica por la que he dejado de concurrir a sus funciones. En otros términos, precio y calidad no se corresponden.
No obstante, me alegro de haber podido ver esta joya del arte de Bizet. Confío que esta puesta en escena sea un acicate para que el Teatro Colón, el Teatro Argentino de La Plata o el Roma de Avellaneda la repongan entre sus títulos, sin olvidar al sector privado que también está en condiciones de llevar adelante tal emprendimiento.
Hasta pronto, como siempre.
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Embora você não tenha tempo para seu blog gostei muito da sua postura em suas postagens.
ResponderEliminarE fico na espera de ver você no meu blog me seguindo já sigo o seu,
Um feliz Domingo nessa bela Boenos Aires.
beijos no coração,Evanir
Hola Eduardo.
ResponderEliminarLlevo muchos (muchos) años lejos de Buenos Aires. Recuerdo haber ido al Teatro Colón, al Avenida... No será seguramente lo que esperabas al escribir el post, pero me ha gustado leerlo y recordar (y escuchar la música que tienes de fondo).
Un abrazo.
Carmen.
Te leí atentamente y me agrada que fueras al teatro porque aquí en mi ciudad, Cádiz no tenemos muchas obras de teatro.
ResponderEliminarNo te preocupes por el tiempo, muchos de nosotros estamos iguales, pero lo importante es estar y leernos.
Cuando estés más relajado seguro que podrás dedicarte de lleno al blog.
Un abrazo
Un gusto apreciar Bizet... Hermoso estar em companhia de tua filha... Muy hermoso!
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