viernes, 30 de abril de 2010

EL CAPITAN PLÜSCHOW


Estoy leyendo el libro de Roberto Litvachkes, sobre el explorador alemán Gunther Plüschow.

La verdad que, en Argentina, son pocos quienes hoy lo recuerdan. Sin embargo ha sido un pionero de la aviación y de la Patagonia. Fue el primero que sobrevoló Tierra del Fuego y el temible Cabo de Hornos, siendo también el primero que transportó una bolsa de correo por vía aérea con saludos del gobernador de Magallanes (Chile) al Gobernador de Ushuaia (Argentina) y una encomienda postal para uno de los reclusos de la famosa prisión que existía por aquel entonces en esta última ciudad.

Gunther Plüschow nació en Munich, en 1886. Desde muy pequeño quedó deslumbrado por una fotografía de Tierra del Fuego, la isla del Fin del Mundo.

Se educó en la Marina Imperial Alemana a comienzos del siglo XX.

En un artículo escrito por Litvachkes para el diario La Nación, éste comenta “En 1912, Plüschow termina su período de formación en la escuela naval. Tenía 28 años y ya había recorrido el mundo en el velero escuela Storch. En cada puerto trataba de socializar con la gente del lugar. En aquella época, recordaba su mujer, Isot, señalaba las injusticias que se cometían en algunos lugares que visitaba, y por eso sus camaradas pensaban que tenía un carácter demasiado rebelde para la profesión militar.”

Luego, sus brios de aventuras, lo llevaron a formarse como aviador. Durante la Primera Guerra Mundial se convierte en el "Héroe de Tsingtao", una colonia Alemana situada en China y en 1928, después de una vida de increíbles hazañas, por fin llega a la Patagonia, terminando aquí su épica historia un 28 de enero de 1931, a consecuencia de un accidente de aviación.

Los otros días conversaba con mi amigo Ricardo Denna sobre el olvido a que se condena en Argentina a estos personajes. Ricardo, que conoce también la historia del capitán Plüschow, piensa como yo. Mientras en Alemania, Plüschow es recordado prácticamente como un héroe, aquí lo marginamos y no damos siquiera a conocer sus viajes. Obviamente ni se lo menciona en la escuela primaria y secundaria.

Es posible que el recuerdo europeo tenga que ver con su participación en la Primer Guerra Mundial, pero aquí en Argentina la población mayoritariamente ignora su existencia.

Ricardo quiere escribir unas aventuras noveladas del joven Plüschow, cuando recorre el mundo a bordo del Storch. Imbuido en una visión romántica, lo imagina luchando contra piratas filipinos, sectas diabólicas, mandarines perversos y enemigos siniestros que buscan sojuzgar pueblos y aprovecharse del débil. Dice que es una forma de hacerlo más popular y contribuir a rescatarlo de la herrumbe del olvido.

Lógicamente, mi blog está abierto para publicar lo que él quiera.

Hasta pronto, como siempre.

miércoles, 14 de abril de 2010

"El amor verdadero no tiene miedo"


Hola mis amigos/as!
Hace un buen tiempo que no escribo en esta bitácora. La verdad es que ando con mucho trabajo y en ocasiones llego tarde para sentarme a redactar algo.
Aquí es un día gris, fresco. Además una lluvia se precipita persistente sobre mi querida ciudad.
Ayer me hice un tiempo y anduve por el teatro.
Fui a ver la ópera Fidelio, la única que escribiera Ludwig Van Beethoven y que responde al mismo período en que se origina su afamada Quinta Sinfonía y el Cuarto Concierto para Piano.
La obra alude al intento de Leonore, disfrazada como Fidelio, de entrar en la prisión de Sevilla para poder salvar a su marido, un detenido político, de las garras de Don Pizarro. Tras una serie de escenas, Fidelio encontrará a su amado y lo salvará. Es por tanto no solamente un canto a la lealtad, sino también a la libertad y la vida.
No puede dejarse de mencionar al coro, destacado protagonista vocal en la obra, por cuanto es la representación simbólica de la humanidad sometida a la barbarie de la opresión, y para quien Beethoven escribió algunos de los más grandes momentos de la ópera.
¿Se mantiene vigente el mensaje de Fidelio? A no dudarlo. La historia no puede concebirse de una manera abstracta, en un metanivel, sino considerarla de una manera muy realista, porque hoy aún tenemos Guantánamos, se pretende acallar jueces o se atropellan las libertades públicas. Es evidente que el asunto de la opresión es siempre actual.
La historia de Fidelio procura despertar la compasión y el miedo en el público, participando del destino de Florestán y la proeza de su abnegada esposa Leonore/ Fidelio.
Tengo en mi casa un registro con las voces de Jurinac, Vickers y Hottes, con la dirección de Otto Klemperer, en una grabación en vivo realizada en el Royal Opera House Covent Garden de Londres en 1961.
Si bien la había escuchado, era la primera vez que la veía.
Salí reconfortado de lugar, luego de un día propiamente de perros.
Un saludo, como siempre.